viernes, 9 de diciembre de 2011

Tsunami

Dentro de unos días vamos a empezar a hablar de olas y otros tipos de ondas presentes en el océano. La principal diferencia con las corrientes que hemos visto hasta ahora es que en las ondas no hay transporte neto de materia, pero sí de energía. Un ejemplo extremo de esto lo encontramos en los Tsunamis (en japonés, ola de puerto), un tipo de ola gigante generada en el fondo del océano por la actividad sísmica. Aunque son poco frecuentes, su capacidad destructiva es tan grande que son noticia incluso mucho tiempo después de suceder. La imagen animada muestra el Tsunami ocurrido en Sumatra en 2004, según una simulación numérica. El suceso más reciente es el Tsunami de Japón de 2009. El conocimiento científico de los Tsunamis puede salvar muchas vidas, y todavía queda mucho por descubrir. Un ejemplo de que es un campo en constante avance, y que nos puede servir de introducción y motivación para las próximas clases, lo tenemos en la siguiente noticia, publicada recientemente: El Tsunami de Japón fue la suma de dos olas gigantes. Parece que la topografía del fondo juega un papel muy relevante en la propagación de estas ondas. La noticia sugiere (al menos a mi) una cuestión interesante: ¿se cumple el principio de superposición (uno y uno son dos) al sumar Tsunamis? Apuesto a que no, ya que se trata de olas no lineales. Este sería un tema de investigación muy interesante...


martes, 6 de diciembre de 2011

El océano en una caja

El viernes pasado fuimos al laboratorio de Oceanografía Física. Es algo que no estaba previsto, puesto que no existía (hasta el viernes) tal laboratorio. No sé que pensarán los demás, pero para mi la experiencia fue muy interesante, casi diría que inolvidable.

 El laboratorio consiste básicamente en un tanque para fluidos, sobre una tabla que puede girar gracias un pequeño motor. El movimiento del fluido de visualiza mediante distintos tipos de colorantes. A pesar de su simplicidad, el dispositivo permite visualizar (¡y entender!) los principales fenómenos asociados a la dinámica de los océanos y de la atmósfera: giros subtropicales, circulación superficial, transporte y bombeo de Ekman, la circulación oceánica profunda, y muchas cosas más. Digamos que el fluido en rotación es un análogo bien de la atmósfera, bien del océano, donde podemos aislar los distintos efectos y estudiarlos por separado y de manera controlada. 

  Este laboratorio y los fenómenos que podemos ver en él, ha sido diseñado por algunos de los oceanógrafos más reconocidos (por ejemplo, John Marshall, que nos ha facilitado que tengamos esto aquí), y forma parte de un gran proyecto investigación para la enseñanza de la oceanografía y el clima liderado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), uno de los principales centros científicos del mundo. Yo diría que es una suerte que contemos con algo así aquí. 
  Existe una web sobre este proyecto (denominado con el bonito nombre de "weather in a tank"), donde entre otras cosas muy interesantes podemos ver vídeos explicativos de los distintos fenómenos que se pueden reproducir en la tabla rotatoria.